LA NAVIDAD Y EL MARRANO
En el año 354, el papa Liberio decretó que en el 25 de diciembre se debería celebrar la navidad. Esta fecha coincidía con festividades paganas del imperio romano basadas en el solsticio de invierno y el comienzo de días más largos y calientes. En esa fecha no se comía nada especial, pero si se preparaba todo con más cuidado, mejores ingredientes y mayor cantidad. Lo que importaba era como se preparaban las comidas y compartir con familia y amigos.
Para
el catolicismo, todo empezaba con el
Advenimiento (llegada de Jesucristo) 4 semanas antes del 25 de diciembre que
marcaba el comienzo del año para la Iglesia. Desde esa fecha hasta la navidad, no se comía carne por lo que la cena típica
de noche buena se preparaba con pescado. El banquete se hacía el 25 de
diciembre y seguía hasta el 6 de enero.
Desde finales de la edad media en adelante, existe en Europa una tradición donde el plato navideño es la cabeza de jabalí, animal común en esa región. La tradición viene de los escandinavos quienes al terminar la temporada de caza le ofrendaban un jabalí a su diosa Freyja, quien, según la tradición, cabalgaba este tipo de cerdo. También, era común, el consumo de aves puesto que estas eran muy costosas de mantener durante el invierno. Se comía paloma, gallina, pato y ganso. Con el descubrimiento de América, el pavo llega a Europa y el cerdo es llevado a América. Los primeros cerdos que llegaron a América los trajeron los españoles en sus galeones provenientes del Asia que, para llegar a España, descargaban su mercancía en las costas del Pacífico de México, la trasportaban por tierra hasta Veracruz en las costas del Atlántico de este país para cargarlas de nuevo en otros galeones para luego seguir con su viaje hacia España. Muchos cerdos se quedaron en la travesía de costa a costa. Otros fueron llevados a las islas del Caribe estaciones obligadas de abastecimiento antes de comenzar la gran travesía a Europa.
Hay
que tener en cuenta que, en los años posteriores al descubrimiento de América,
los reyes católicos persiguieron y expulsaron de España a los judíos y
musulmanes. Estas dos culturas consumen cordero y no cerdo. Muchos de estos
para evitar la persecución, se convirtieron al catolicismo y para demostrar que se habían convertido consumían
cerdo. En ese proceso de expansión hacia América y de persecución religiosa, el
cerdo se convirtió en signo de identidad católica. Adicionalmente, los
andaluces, extremeños y castellanos eran importantes criadores de cerdo y esa
tradición se exportó a América.
En América, el cerdo se acomodó fácilmente. El cerdo necesita humedad por lo que nuestras tierras resultaron aptas para estos. Además, su crianza también era fácil porque estos pueden alimentarse con cualquier alimento. A excepción de algunas aves y reptiles, la carne era escasa en nuestra América. El cerdo se convierte entonces en una de las pocas opciones para adquirir proteína animal. Eventualmente, el cerdo se iba convirtiendo en símbolo de abundancia. Es posible que la tradición de sacrificio de cerdos en navidad venga de una demostración de opulencia y de caridad con aquellos de menores recursos. No se nos olvide que la navidad es época para compartir.
El cerdo no es exclusivo en la celebración de
navidad. Por ejemplo, en el Japón, la tradición es el pollo frito y apanado en
especial el de KFC (Kentucky Fried Chicken). Inclusive, este se encarga con dos meses de anticipación.
Este es el resultado de una exitosa campaña publicitaria de la KFC. En
Inglaterra, se prepara una torta ahogada en whisky que es bañada una y otra vez
en este licor. Esta torta se empieza a preparar con meses de anterioridad. El día de su consumo esta se enciende como quien prende una vela. En
Francia, país católico, la navidad se celebra consumiendo kilos y kilos de
ostras. La mitad de la producción anual de ostras en Francia se consume desde
el día de navidad hasta el día del año nuevo. Venezuela celebra su navidad con
hallacas, una clase de tamal. Como siempre, las mejores hallacas son las que
hace la mama de cada uno.
Sea la
tradición gastronómica que sea, la navidad es la tradición que todos
reconocemos como la época para
compartir, estar felices y comer algo delicioso.
Les
deseo una feliz navidad y un 2023 lleno de salud, prosperidad y buenas comidas.
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