QUE ERROR TAN GUSTOSO
QUE ERROR TAN GUSTOSO
cosas sin tener idea de su resultado final. Sin embargo, la posteridad
lo ha premiado con
las metidas de
patas más afortunadas. Colón partió para el oriente y terminó en el
occidente. No vacilamos en seguir inmortalizando la confusión cuando
seguimos
refiriéndonos a América como a
las Indias occidentales.
Este artículo no es para alabar a Colón ni hostigar su memoria. Es para magnificar su
más admirable hazaña: la diversificación y mejoramiento de la alimentación humana. Con su
metida de pata logística, Cristóbal Colón dio origen a grandes civilizaciones y platos.
Puede que Colón estuviera en el sitio y momento preciso cuando los
reyes de España se
volvieron ambiciosos y decidieron competir con Portugal por el comercio
con Asia. Creo
que es lo que menos nos importa. Lo que sí importa es que Cristóbal
Colón lo hizo y
gracias a su atrevimiento el mundo entero sin excepción se alimenta con
productos
posiblemente originarios de
nuestra Colombia.
El Almirante no tenía ni la más remota idea de que, con sus viajes cambiaría la manera
cómo la gente del futuro se alimentaría. Colón cometió muchos errores
perdonables, claro
está, en su
intento de identificar y describir las plantas y animales comestibles que
encontró en América. Cuenta Colón en su bitácora* que, en un desembarco
hecho en
alguna isla, en su primer viaje, mientras esperaba que sus hombres
recogieran agua:
“caminé por entre los árboles más bellos que haya visto. Vi tanto verde
en tal densidad
como si estuviera en Andalucía en mayo. Todos los árboles son tan
diferentes a los
nuestros como lo es el día y la noche, lo mismo las frutas, la hierba,
las piedras, todo.”.
En la entrada de su bitácora del 19 de octubre, reflexiona:
“Simplemente no se para
donde voy. No me canso de ver una vegetación tan exuberante……Creo que
aquí hay
muchas plantas y árboles que serían de gran valor para España. Se
podrían usar como
tintas, medicinas, pero desafortunadamente, no las identifico”. Dice
más adelante:
“llevaré muestras de todos los
especímenes que pueda”.
La bitácora de Cristóbal Colón está llena de pasajes curiosos. En una
ocasión describe lo
que tal vez era una iguana: “La matamos con una lanza” y aparentemente,
se la comieron
porque atestigua: “la carne es blanca y sabe a gallina”. No se nos
olvide que las gallinas,
el ganado vacuno, el cerdo doméstico, cabras, ovejas, trigo, cebolla,
lechuga, ajo, y otros
alimentos fueron introducidos a América por los europeos. Nuestros
indígenas consumían
loros, perros, pavos, culebras, arañas, todo tipo de mariscos
incluyendo ostras y erizos.
El día que salía de vuelta para España, descubrió el ají. Dice Colón:
“Hay tanto ají, que es
la pimienta de
ellos y que tiene más valor que la nuestra; todos acompañan sus comidas
con este porque es muy saludable. Unas cincuenta carabelas pueden ser
cargadas cada
año en esta isla Española”. El almirante algo codicioso y sin poder
encontrar la pimienta
que fue a buscar a las Indias llama pimienta al ají, creando así una
confusión que
complica toda comunicación culinaria hoy en día. En ese momento, el ají
no conquistó a
Europa excepto a Hungría, sin
embargo, barrió con Asia y África.
que duró su primer viaje y que brincó de isla en isla “descubrió”
cuatro de los cinco
alimentos más importantes del Nuevo Mundo: maíz, batata, yuca y ají. La
papa no la
alcanzó a probar porque esta es
originaria de los Andes y no se cultivaba en el Caribe.
Los informes del Almirante a los reyes de España fueron hechos con el
fin de conseguir
más recursos para financiar nuevas expediciones. Uno de ellos
promocionando la batata,
describe el verdadero comienzo de la fecundación de nuevas cocinas
alrededor del
mundo. “Las batatas, dice Colón, cuando son ingeridas crudas saben a
chirivía (tubérculo
parecido a la arracacha), al asarles, a castañas; cuando cocinadas con
cerdo uno
pensaría que está comiendo calabaza. Usted nunca ha comido algo más
delicioso que
batata en leche de almendras”.
Cristóbal Colón dio comienzo a una de las primeras revoluciones gastronómicas de la
humanidad. Cuando nativos y conquistadores viven juntos como ocurrió en
Colombia, la
comida autóctona como la importada florece y se influyen mutuamente creando
una
sinergia donde el resultado es
mayor que la suma de las partes.
* La bitácora de Cristóbal Colón. Traducida por Robert H. Fuson. Por Samuel Eliot
Morison (New York: Oxford University
Press, 1978)
RECETA
MATBUJA
(MATBUCHA). Receta judía con ingredientes del nuevo mundo.
Porciones:
6
Ingredientes
- 8
tomates grandes maduros, pelados y cortados en cuadritos (aprox. 1,6 kgs.).
Pueden ser de lata.
- 2
pimentones verdes asados, pelados y desemillados (aprox. 350 grms).
- 1
diente de ajo cortado finamente.
- 1
cucharada de paprika. Preferiblemente ahumada.
- 2
cucharadas de azúcar.
- Aceite
de oliva 1/3 taza (75 ml. Aprox).
- Ají
en escamas al gusto (opcional).
- Sal
& pimienta al gusto.
Instrucciones
1. En una olla donde quepa todo, agregue los
ingredientes excepto el aceite de oliva y la paprika.
2. Caliente a fuego medio y deje cocinar hasta
que la mayoría del líquido se haya secado, aproximadamente 60 a 70 min. El
producto final es espeso. Como hay azúcar en la receta, debe
revolver con frecuencia y tener cuidado que la mezcla no se pegue al fondo de
la olla.
3. Mientras se cocina el tomate, en un recipiente mezcle el aceite de oliva y la paprika.
Agregue el aceite de oliva al tomate y deje cocinar 30 minutos más. Debe revolver cada 5 minutos.
Ajuste sabores con azúcar, escamas de ají, sal.
Se sirve frío sobre ensaladas, como acompañante de pan árabe, sobre pasta, sobre pescado y carnes.
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